12 abril, 2018
Otra vez no
Corriendo por el parque, oí: “He roto aguas.”
Miré y vi a una mujer joven y hermosa sentada en el hormigón.
Me trajo recuerdos de mi hijo Giovanni cuando estaba naciendo.
Le asistí en mi coche allí mismo y la llevé al hospital.
Conduje más rápido que nunca. Su nombre era Emily, igual que mi esposa.
Llegamos al hospital. Sentí náuseas. Me sentí también angustiado y agitado.
Mientras me estaba yendo, Emily me rogó que me quedara.
A regañadientes me quedé y la ayudé, y después de dos largas horas, su hija nació.
Pero Emily comenzó a temblar y a tener convulsiones,
y fue llevada a la sala de emergencias.
Por Dios, otra vez no...
Miré y vi a una mujer joven y hermosa sentada en el hormigón.
Me trajo recuerdos de mi hijo Giovanni cuando estaba naciendo.
Le asistí en mi coche allí mismo y la llevé al hospital.
Conduje más rápido que nunca. Su nombre era Emily, igual que mi esposa.
Llegamos al hospital. Sentí náuseas. Me sentí también angustiado y agitado.
Mientras me estaba yendo, Emily me rogó que me quedara.
A regañadientes me quedé y la ayudé, y después de dos largas horas, su hija nació.
Pero Emily comenzó a temblar y a tener convulsiones,
y fue llevada a la sala de emergencias.
Por Dios, otra vez no...
Posted by Anónimo a las 11:38 a. m. // // //
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