11 abril, 2016
El Accidente
El Sr. Guzman salió del tribunal con la sonrisa torcida. Entró en su coche con el pensamiento repetitivo de su veredicto de inocente y se rió. Todavía, podía oir el tintineo dulce de los bolsillos del jurado.
Su alegría siguió en la ruta a su casa y subió la música. Tan distraído por su logro, no vio el balón que cruzó la calle mientras que doblaba la esquina. ¡BAM! un golpe y un grito. El niño cubierto de tierra y con la ropa desgarrada, lloró al pavimento:
“¡Mi mano, mi mano! Es roto!” el Sr. Guzman bajó del coche para comprobar lo que había hecho. Con el pánico, observó que nadie estaba cerca y intentó escapar de la escena. Antes de 100 metros, unas luces centelleantes azules vinieron detrás de él. El policía bajó del coche mientras el niño caminó hacia los coches.
“DESDE ESTE MOMENTO ESTA USTED DETENIDO, SE LE IMPUTA-“
“No presentaré cargos”- dijo el niño.
“Hijo, estás cometiendo un gran error”- contestó.
“Permítame hablar con el conductor.” El Sr. Guzman empezó pedir disculpas pero fue interrumpido por el niño santo y le recordó que ‘todos somos humanos'. Explicó que no querría interviniera la policía y solo pidió lo suficiente para cubrir los gastos medicos. Al sentir la increíble suerte de la caridad del chico, escribió y firmó un cheque sin vacilación. Con el policía continuando sus protestas, el Sr. Guzman salió de la escena agradecido de su angel guardian.
El niño se volvió al policía y le dio un puñetazo. “La próxima vez, tú llegas aquí en un abrir y cerrar de los ojos. Casi se escapa”
Posted by Anónimo a las 10:55 p. m. // // //
1 Comment:
-
- Noelia G. Verdejo said...
5:18 p. m.¡Qué bueno, Charlie! Una trama muy buena y muy bien elaborada. ¿Has pensado en enviarlo a algún concurso?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)